La infertilidad y las enfermedades cardíacas

Un estudio de la Universidad de Bergen (Noruega) ha vuelto a demostrar –como ya anteriormente hizo un estudio estadounidense en 2014– que el colesterol es responsable en muchas ocasiones de la infertilidad que sufren las mujeres que desean tener hijos. En definitiva, no solo la edad afecta a las probabilidades de embarazo, sino también el colesterol y, por ende, nuestra alimentación juega un papel esencial.
Así, la investigación ha desvelado que las mujeres jóvenes que presentan niveles no saludables de grasa en la sangre suelen ser más propensas a tener problemas para concebir hijos. Incluso es probable que no los tengan a causa de esta circunstancia o que no pasen del hijo único a pesar de sus deseos de tener más.
Dicho ensayo se ha realizado con los datos procedentes de 4.322 mujeres, de las cuales 2.175 tenían dos o más hijos, 488 tenían uno solo y 1.677 no habían logrado el embarazo todavía.
Por lo tanto, los autores del estudio aconsejan a las mujeres que tengan problemas que realicen un control de sus lípidos, “especialmente si tienen a alguien de su familia con lípidos altos». Lo cierto es que la sospecha no es nada nueva pues anteriores estudios ya indicaban que existía cierta vinculación entre el colesterol y la infertilidad.
En concreto, podemos citar los resultados de un estudio realizado por científicos de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. En este documento se reveló que incluso cuando los dos miembros de la pareja presentaban altos niveles de colesterol esto podía ocasionar que la mujer necesitara más tiempo para quedarse embarazada. La misma situación podía observarse en el caso de las parejas en las que únicamente la mujer padecía de colesterol alto.
Los autores de este estudio sospechan que la razón puede hallarse en una molécula encargada de la síntesis y la regulación de las hormonas, tanto en hombres como en mujeres. Así, el cuerpo puede necesitar el colesterol para la producción de hormonas sexuales como la testosterona y el estrógeno, pero el proceso puede verse afectado por estos índices altos.
Ante los evidentes datos, casi todas las clínicas de fertilidad inciden en la importancia de la dieta para lograr el embarazo. Para ello, recomiendan abstenerse de consumir comidas grasas, azúcares refinados y comida procesada. En definitiva, la pareja debe apostar por la dieta mediterránea y consumir, por lo tanto, legumbres, verduras y frutas.
Incluso algunas clínicas, conscientes de la importancia de la alimentación en la fertilidad, ofrecen un servicio de nutrición y endocrinología para ayudar a las parejas a solucionar sus problemas de dieta y dudas respecto a qué alimentos son los más adecuados para lograr el embarazo.
Además, se considera que la nutrición en el periodo periconcepcional (en el momento exacto de la concepción) resulta clave para evitar la aparición de malformaciones congénitas.
También podemos citar un estudio estudio publicado en la revista ‘Human Reproduction‘ donde se establece una vinculación entre la ingesta de comida rápida y un mayor tiempo para conseguir el embarazo.
En definitiva, parece que nos sobran razones para comer bien, además de poder disfrutar de un evidente mejor estado de salud.
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