¿De qué depende el éxito de la transferencia embrionaria?

Uno de los momentos más esperados en un tratamiento de fecundación in vitro es el del éxito de la transferencia embrionaria. Así, en este momento los profesionales médicos transfieren el embrión de mejor calidad y, en casos excepcionales, se pueden transferir hasta dos. Aunque la práctica más habitual es transferir solo uno, pues se quiere evitar embarazos múltiples que pueden derivar en complicaciones durante la gestación e incluso comprometer la salud de la embarazada.
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Pero ¿qué es la transferencia embrionaria?
La transferencia embrionaria es una de las fases más importantes en la que los embriones que presenten mejor calidad serán transferidos a la paciente. En el caso de que sobren embriones viables de una óptima calidad se vitrifican (congelan) y, de esta manera, se reservan para una posible transferencia posterior (si fracasa la primera que se le efectúa a la mujer).
¿Cómo se realiza con éxito la transferencia embrionaria?
Dicha técnica se practica en un quirófano, pero no por la complejidad de la operación, sino porque este espacio garantiza las máximas condiciones higiénicas. La transferencia embrionaria se realiza a través del cuello uterino de manera indolora y, por lo tanto, no se emplea sedación alguna. A la paciente se la cita para realizar la transferencia y se le permite contar con la compañía de su pareja en todo momento. Además, no es preciso ayunar, aunque sí que se le suele pedir que acuda con la vejiga algo llena. Vamos a explicar a qué se debe este particular requisito.
La orina de la vejiga ayuda a enderezar el útero y, por lo tanto, permite que la cánula alcance el fondo de este órgano.También se recurre a una ecografía abdominal pues se ha demostrado que ayuda mucho en el proceso de la transferencia pues permite identificar el lugar idóneo para depositar los embriones.
Únicamente con la vejiga llena es posible visualizar por ecografía la entrada del catéter a la cavidad uterina, así como el momento preciso en el que los embriones quedarán depositados en el útero. Se suelen emplear catéteres blandos atraumáticos que nos servirán para acceder al orificio cervical interno donde se escogerá el lugar idóneo para depositar el embrión o los embriones escogidos.
A la mujer se le suele administrar un gel antiprostaglandínico cuyo fin es evitar las contracciones uterinas. No en vano, cualquier leve roce con el catéter puede provocar una liberación de prostaglandinas que favorecen las contracciones uterinas y que los embriones acaben siendo expulsados.
Por lo tanto, el catéter debe ser manejado con sumo cuidado para evitar que esto pueda ocurrir. Una vez fuera, es preciso examinar el catéter en el microscopio para comprobar que no ha quedado retenido ningún embrión. En caso afirmativo, se repite el proceso.
¿Es preciso guardar reposo para asegurar el éxito de la transferencia embrionaria?
El médico pide a la paciente que permanezca unos 5 minutos tumbada y con las piernas flexionadas en la camilla. Todo ello con el objetivo de que el útero se relaje. Una vez en casa, la recomendación es que se abstenga de realizar esfuerzos físicos y que guarde, en definitiva, un reposo relativo. Todo ello nos ayudará a obtener el éxito en la transferencia embrionaria.
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