Embriones calidad C: descubre el sistema de clasificación de los embriones

Existen embriones de calidad C, A, B Y D y esta clasificación influye en la probabilidad de embarazo usando técnicas de reproducción asistida. Para realizar esta clasificación se siguen los criterios de la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), una entidad española reconocida internacionalmente.
La clasificación es diferente, tanto en nomenclatura como en criterios o parámetros utilizados, según se trate de:
- Embriones de día 3.
- Blastocisto (días 5 y 6).
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La clasificación de embriones de día 3: los 7 criterios
Para clasificar los embriones, el sistema ASEBIR tiene en cuenta tanto las características morfológicas del embrión como otros aspectos, como el ritmo de división. En concreto, existen 7 criterios:
- Número de células y ritmo de división celular. Este criterio se usa concretamente en los días 2 y 3 de cultivo, cuando los embriones tienen entre 2 y 8 células.
- Fragmentación celular. Se trata de un parámetro que tiene en cuenta la posible creación de fragmentos celulares cuando los embriones no se dividen correctamente, lo cual puede comprometer su viabilidad.
- Simetría de las divisiones celulares. Se observa si, tras la división de una célula embrionaria, se han generado o no 2 células de idéntico tamaño, que es lo ideal.
- Visualización correcta de los núcleos. La mayor calidad del embrión se consigue cuando cada célula presenta un núcleo. Por el contrario, la presencia de varios núcleos puede mermar la calidad del embrión, influyendo también en su clasificación final.
- Citoplasma no homogéneo. Este criterio valora la homogeneidad de la membrana que envuelve al citoplasma y al núcleo. Si aparecen zonas descubiertas la calidad disminuye.
- Vacuolas. El embrión puede estar compuesto de células con vacuolas de gran tamaño en su interior, o bien por pequeñas vacuolas que ocupan mucho citoplasma. Estas últimas pueden comprometer la capacidad de implantación.
- Cubierta del embrión o zona pelúcida. Si es muy gruesa, esta cubierta puede provocar dificultades para implantar.
En varios de estos criterios, especialmente en el primero: la división celular, es muy importante respetar los horarios de observación. Un desfase en este sentido puede hacer variar notablemente los resultados de la clasificación embrionaria.
Características de los embriones de calidad C
Tomando como base la clasificación por el sistema ASEBIR, los embriones de mayor calidad y por tanto con mayor probabilidad de implantación serían los de calidad A y los peores los de calidad D.
Por lo tanto, los embriones de calidad C estarían situados en unos niveles intermedios por presentar estas características principales:
- El ritmo de división de estos embriones es más rápido o más lento de lo que se considera ideal.
- En lo que respecta a la fragmentación, los valores se sitúan entre un 25-35%, mientras que los de máxima calidad, calidad A, presentan un 10%.
La implantación del blastocisto
En la actualidad, los procedimientos de fecundación in vitro (FIV) permiten el desarrollo de los embriones a blastocisto (días 5-6). Estos tienen una mayor tasa de implantación que los embriones de día 3, puesto que durante su desarrollo se produce la evolución de los embriones con mayor viabilidad.
Clasificación del blastocisto
Para clasificar a los blastocistos se tienen en cuenta otra serie de parámetros como:
- Tamaño, forma y compactación de la Estructura de la Masa Celular Interna (MCI). Es un parámetro de gran importancia, puesto que a partir de la MCI se desarrollan las capas embrionarias, que darán lugar posteriormente a la formación de todos los órganos del bebé.
- Estructura y número de células del trofoectodermo. Para que se le asigne la categoría más alta, estas células deben estar cohesionadas y distribuidas uniformemente, formando una única capa.
- Grado de expansión. El blastocisto debe expandirse adecuadamente para salir de la zona pelúcida y poderse implantar en el útero.
Teniendo en cuenta estos parámetros ASEBIR establece una clasificación con 2 letras: una para la IMC y otra para las células del trofoectodermo, por ejemplo un blastocisto puede ser AB.
También se usa el sistema Gardner, que además de las letras proporciona un grado de expansión (del 1 al 5). Según esta clasificación, un blastocisto podría ser, por ejemplo, 4BC.
Aunque la clasificación obtenida influye en el porcentaje de éxito de la implantación, el hecho de que un embrión sea de una calidad u otra únicamente nos informa sobre su potencial de culminar el proceso de reproducción asistida. Es decir, no garantiza ni asegura al 100% la viabilidad o no de la implantación.
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