El ovocito: la semilla de la vida

La responsabilidad de la fecundación recae sobre un ovocito maduro y un espermatozoide. Es increíble como dos células tan pequeñas tienen un poder tan grande: el de crear vida. Y, aunque a veces lo veamos como una simple unión, como algo sencillo, es todo lo contrario. Se trata de un proceso muy complejo lleno de obstáculos a sobrepasar y, es por eso, que muchas veces conlleva más tiempo del que desearíamos.
Para entender mejor cómo funcionan las técnicas de reproducción asistida, primero debes conocer el proceso de formación, evolución y maduración del óvulo (también llamado ovocito).
Mientras estamos en el vientre de nuestra madre, nuestro cuerpo empieza a fabricar ovogonias, células sexuales femeninas precursoras de los ovocitos. Estas ovogonias se convierten en ovocitos primarios y empiezan un proceso de división celular, de meiosis.
Los folículos primarios se empiezan a dividir a la semana 6 del embarazo y es a la semana 20 cuando alcanzan el número mayor, alrededor de 6 millones. A partir de ese momento, empieza su degradación. Dado que todo esto tiene lugar durante el desarrollo embrionario, el número de folículos del que disponemos está establecido antes del nacimiento.
Nacemos con 1 o 2 millones de folículos que en la pubertad se convierten en folículos secundarios, los cuales suponen unos 500.000.
Nuestra dotación va disminuyendo a lo largo de la vida y, de aquellos 6 millones que teníamos al principio, solo unos 400 o 500 llegarán a madurar del todo. Con cada ovulación, nuestros ovarios liberan un ovocito secundario, el cual, si se fusiona con un espermatozoide se convertirá en un ovocito maduro capaz de formar un embrión y ser el precursor de lo que acabará siendo tu bebé.
No seguimos fabricando óvulos después del nacimiento, de modo que llegado el momento, se agota nuestra reserva folicular, coincidiendo con la llegada de la menopausia, y dejamos de ser fértiles.
Estructura del óvulo
El óvulo es la célula más grande del cuerpo humano y está formado por 4 elementos principales que configuran su estructura:
- Corona radiada: es la estructura de células que rodea el óvulo y lo nutre de proteínas.
- Zona pelúcida: es la capa externa que rodea el óvulo y confiere protección y nutrición al embrión durante los primeros días.
- Membrana citoplasmática: es la capa formada por lípidos y proteínas que delimita y da forma a todas las células.
- Núcleo: es el que contiene la mitad del material genético, el materno.
La fecundación
La fecundación es la unión de un óvulo y un espermatozoide y tiene una duración de 24-30h. En una fecundación natural, millones de espermatozoides avanzan por la vagina y posteriormente por el útero. Sus características les proporcionan la movilidad necesaria para avanzar por el aparato reproductor femenino y atravesar las capas del óvulo. Si uno de ellos consigue entrar en el óvulo, pierde su cola y sus membranas plasmáticas se fusionan. Es entonces cuando el óvulo se activa y libera una proteína que actúa impidiendo la penetración de otros espermatozoides. Este fenómeno se denomina bloqueo de polispermia y evita la dotación excesiva de cromosomas que sería fatal para el embrión.
La fecundación, por un lado, supone el final del proceso evolutivo de las células sexuales femeninas y masculinas y, por otro, desencadena el inicio de un nuevo proceso: el desarrollo embrionario.
Glosario:
- Ovogonias: son el primer estado evolutivo de las células sexuales femeninas (óvulos), son las precursoras de los ovocitos.
- Ovocitos primarios: son consecuencia de la maduración de las ovogonias; su transformación tiene lugar antes del nacimiento.
- Ovocitos secundarios: representan la tercera fase del proceso evolutivo de los óvulos; tiene lugar durante la pubertad.
- Ovocito maduro: es aquel óvulo liberado por las trompas de Falopio que está preparado para ser fecundado.
- Óvulo: célula sexual o gameto femenino.
- Folículos ováricos: son el lugar donde se desarrollan los óvulos. En cada ciclo menstrual, uno de los folículos se convierte en folículo maduro o De Graaf y libera un óvulo maduro, preparado para ser fecundado.
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